jueves, 15 de junio de 2017

La sonámbula y más relatos inquietantes - Marie Luise Kaschnitz


A finales de 2015 descubría a Marie Luise Kaschnitz a través del primer volumen de relatos que se lanzaba a publicar la editorial asturiana Hoja de Lata. Se trataba de una colección de cuentos con componentes siniestros y redacción impecable, lo que hizo que se convirtiera instantáneamente en uno de mis libros de relatos favoritos.
 
Hace muy poco han vuelto a las mesas de novedades de las librerías con una nueva entrega de relatos de la misma autora, que no le va a la zaga al primero en lo que a calidad se refiere, tampoco en su capacidad para dejarnos perplejos. Para la ilustración de la cubierta se ha vuelto a contar con la colaboración de Marta Orlowska, una artista con una producción maravillosa que gira en torno al surrealismo.

Literatura de calidad en pequeñas dosis
Sabemos que estamos ante una buena colección de relatos cuando estos nos enganchan y no queremos dejar de leer, pero también cuando la impresión que nos produce su lectura nos obliga a hacer una pausa (para reflexionar y coger aire) entre cuento y cuento: en este caso, esto se cumple al finalizar todos y cada uno de los relatos que conforman “La sonámbula…”
 
Los doce relatos tienen en torno a diez o quince páginas, y recrean situaciones sencillas del día a día, en las que se inserta de repente algún elemento extraño o inquietante, más o menos siniestro (salvo el relato “Fantasmas” o “Historia de un barco”, el resto de cuentos no alcanzan niveles de oscuridad que nos haga clasificar como gótica a la recopilación en conjunto).
 
Cabe destacar que, al igual que ocurría en “La niña gorda…”, también en esta ocasión nos encontramos descripciones detallistas y minuciosas, así como una forma de narración hermosa que une con aparente facilidad características tan contradictorias como profundidad y levedad con un resultado fresco y original que representa e identifica a su autora.
 
Se exploran temas como el comportamiento animal en las personas, la crueldad infantil y el despertar adolescente, la infidelidad y el acoso, el holocausto alemán y la lucha contra la muerte, así como los sucesos paranormales en los dos relatos de corte gótico que he mencionado antes. En concreto, la editorial Hoja de lata desde su página web nos invita a leer gratuitamente uno de los relatos que me han dejado más huella, “Historia de un barco”.

Adolescencia, mitología y acoso sexual callejero
Hay algo más que resulta fascinante en la literatura de Kaschnitz, y es la inclusión de elementos mitológicos dentro de sus relatos. Relaciona puntualmente el comportamiento de sus personajes con rasgos atávicos del folklore antiguo y consigue una mayor comprensión de la situación incluyendo elementos que todos reconocemos, y a la vez reviste la escena de un aura mágica que termina por hacerla redonda y perfecta.
 
En el relato que más me ha impactado por su calidad, “Sombras alargadas”, tenemos algunos componentes que están de rabiosa actualidad y a la vez son tan antiguos como el ser humano: tenemos a una chica adolescente (que sólo por serlo pasa a formar parte del colectivo oprimido en la sociedad heteropatriarcal) y un chico de edad similar que actúa como opresor, en este caso gracias a los privilegios adquiridos nada más nacer y al uso indebido que hace de ellos. Tenemos acoso sexual callejero, humillación y miedo; el chico está en un ambiente conocido y tiene más fuerza física, la chica es una extranjera de vacaciones con su familia que ahora se arrepiente de haber decidido dar un pequeño paseo en solitario por los alrededores.
Rossie, derrumbada como una montaña de infortunios, se acurruca junto a la pared de rocas, se pone de pie, crece, crece desde sus hombros de niña y mira al chico llena de rabia, lo mira fijamente, a los ojos, durante muchos segundos, sin parpadear una sola vez y sin mover un solo dedo. Todavía reina una calma tensa y de pronto le llega intensamente el aroma de los miles de arbustos del lugar, invisibles, dulces como la miel, amargos como la berza, y en esta quietud y esta intensidad aromática, el niño se desploma como un muñeco al que se le estuviera desparramando el serrín.

El componente mitológico aparece aquí con las similitudes entre el violador como dios Pan y la víctima que se defiende con la bravura del basilisco. La limpieza de las escenas en este relato es sencillamente genial, y durante los momentos de máxima tensión parece que realmente se ha detenido el tiempo. Luego, todo vuelve a la normalidad componiendo un cuadro costumbrista con elementos marinos que nos deja un sabor a salitre de una forma casi física.
 
“La sonámbula…” es digna sucesora de “La niña gorda…”, les invito a que les den una oportunidad en el orden que prefieran, ya que difícilmente les defraudarán.

2 comentarios:

  1. Yo lo acabo de empezar, y lo que he leído me está encantando. La labor editorial de Hoja de lata es una maravilla.
    ¡Un abrazo!

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  2. Disfrútalo mucho, ¡otro abrazo para ti! :)

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